“Ni me atienden en el ambulatorio ni me dan medicinas”

Hace más de un mes que Carlos no tiene tarjeta sanitaria. No puede ir al médico en la sanidad pública ni obtener recetas. Lleva días paseando su caso por los centros de salud de Zaragoza, pero sin respuesta. Carlos es un inmigrante sin papeles. Ha perdido la residencia legal en España y con ella el derecho a la atención médica. Una asistencia que necesita para tratar la esquizofrenia paranoide que sufre. Este colombiano de 26 años no puede costearse un psiquiatra privado. Tampoco los más de 300 euros al mes que cuestan los fármacos que toma para controlar su trastorno. Depende por completo de la ayuda de una ONG que le proporciona cuidados y la medicación. Una sanidad de beneficencia que no puede compararse a la que reciben el resto de ciudadanos.

El Ministerio de Sanidad insiste en que los enfermos crónicos seguirán siendo atendidos, pero no aclara como. Y este caso en concreto, no augura que la situación esté aún resuelta.
“Ya
no me atienden en el ambulatorio. Me dicen que como no tengo papeles
no me pueden dar otra tarjeta sanitaria. Ni las medicinas...”,
explica abatido. Mientras, la consejería de Sanidad de Aragón
encuentra “extraño” que situaciones como la que afronta este
colombiano se estén produciendo. “Se está atendiendo a todo el
mundo”, asegura una portavoz. Pero a Carlos no se le atiende. De
hecho, ante la imposibilidad de solucionar su caso, y el riesgo de
una recaída o de un brote, la trabajadora social de su centro de
salud le derivó a la consulta de salud mental que tiene Médicos del Mundo en
Zaragoza. “Ahora son ellos quienes me están haciendo el favor de
atenderme”.

Ciudadanos de 1ª, de 2ª, de 3ª... enfermos de 1ª, de 2ª, de 3ª... Lamentablemente este país se hunde, naufraga en valores esenciales en los que se había avanzado estos últimos treinta años de difícil democracia. Nos olvidamos de la parte humana, de la solidaridad, de las personas, en definitiva, para convertirnos en esencias macro-económicas, en números, en euros, en una fria contabilidad que no tiene caras, ni rasgos, ni sentimientos.

sus malversaciones,... Pero también queremos que los demás ciudadanos cumplamos dando ejemplo de respeto, responsabilidad, de solidaridad y de humanidad.
La Redacción del Blog.
1 comentario:
Me parece un articulo digno de publicar en todo periódico público.
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