INCREIBLE ESTE GOBIERNO.

¡¡Que mentiroso soy!!

Desde el pasado 20 de noviembre vivo que no vivo. Ya antes casi ni dormía. Llevamos una racha con esto de la crisis que para los pobres nos queda. Y encima ya ni me gustan los viernes, por eso de que cada viernes más reformas, más recortes, más austeridad y otra vez más recortes, más reformas, más austeridad y más mentiras, y más mentiras, y más mentiras.

¡¡Y lo contento que estoy!!

Y ahora, antes del viernes, 10.000 millones de euros (si, habéis leido bien), para reflotar un Banco (Bankia, la anterior Caja Madrid) y todo porque tiene unos activos malos que no saben como cobrarlos. Es tanto lo que nos han exprimidos, lo que nos han apretado el cuello, que ahora los "pobres" no saben como cobrar el dinero que inyectaron para inflar la burbuja inmobiliaria y hacernos creer que eramos los más ricos del mundo.

Y digo yo, me suben el IRPF, el IBI, el IVA, los medicamentos, la gasolina, el gas, la luz, los transportes públicos, los huevos, la matricula de la universidad, me quieren hacer pagar peajes en las autovías, la comida y el sillón para dormir en los hospitales, masifican las aulas de los colegios donde llevo a mis hijos, y más, y más, y más... Coño, perdón, tanto más que hasta voy a pagar la mala gestión que han realizado los golfos de esos bancos que además se despiden con pensiones millonarias que, por supuesto también pago yo, tu y todos nosotros. ¡¡¡¡¡¿cuando parará esto?!!!!!! Estoy seguro que esto se podría frenar un poco cuando empecemos a considerar a los politicos, y no politicos, que meten su "mano inocente" en las arcas públicas para beneficio propio, no como delincuentes sino como terroristas, con penas carcelarias tan estrictas como las estipuladas para actos de terrorismos, y por supuesto que devuelvan los dineros robados o mál gestionados. Por favor, tipificarlo ya en el Código Penal,  y luego solo... aplicarlo.

El que no se consuela es porque no quiere:

"Cuentan de un sabio que un día, tan misero y pobre se veía, que solo se sustentaba con las hierbas que del campo recogía. ¿Habrá en la tierra otro tan pobre y misero como yo?, para sí decía, y cuando su rostro volvió, halló la respuesta viendo que otro  iba recogiendo las hierbas que el arrojó".