Una mentira es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, ocultando siempre la realidad de forma parcial o total. Una cierta frase puede ser una mentira si el interlocutor piensa que es falsa o que oculta parcialmente la verdad. En función de la definición, una mentira puede ser una falsedad genuina o una verdad selectiva, exagerar una verdad o incluso la verdad, si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente. Las ficciones, aunque falsas, no se consideran mentiras. A las personas que dicen una mentira, especialmente a aquellas que las dicen frecuentemente, se las califica de mentirosas. Mentir implica un engaño intencionado, consciente.
Mentir está en contra de todos los cánones morales de muchas personas y esta específicamente prohibido y visto como pecado en algunas religiones. La tradición ética y los filósofos están divididos sobre si se puede permitir a veces una mentira (pero generalmente se posicionan en contra): Platón decía que si se puede mentir, mientras que Aristóteles, San Agustín y Kant decían que nunca se puede permitir.
En función de las circunstancias, se entiende que mentir para proteger a personas de un opresor inmoral suele ser permisible. Es el caso, por ejemplo, de las victimas de una guerra.
Mentir intensifica un conflicto, en vez de atenuarlo, generalmente se considera el peor pecado.
La tolerancia de las personas con los mentirosos habitualmente es muy pequeña, y a menudo solo se necesita que se sorprenda a alguien en una mentira para que se le asigne la etiqueta de mentiroso y se le pierda la confianza para siempre.
Una mentira graciosa, más comúnmente conocida como broma, es un engaño con propósito humoristico, es cuando la falsedad se entiende, y no se considera inmoral y es una practica utilizada habitualmente por comediantes y humoristas.
El filósofo Leo Strauss acentuó la necesidad de mentir para ocultar una posición estratégica, o para ayudar a la diplomacia. Así lo hicieron también los representantes de la filosofía política, desde Maquiavelo hasta la "mentira noble" de Platón.
Que las mentiras desaparezcan completamente del ámbito de la política, de la justicia, de la diplomacia, del periodismo y de otros muchos ámbitos de la vida social es algo virtualmente imposible.
Desde aquí, deciros que nos cuesta mucho entender a las personas que mienten porque además de mentirnos se están engañando ellos mismos. El refranero español también advierte que "se coge antes a un mentiroso que a un cojo". Esto tiene su reflejo en la situación político-económica que está sucediendo en este país. A los políticos actuales, ya sean de una linea o de otra, se les coge habitualmente mintiendo y se les suele contrastar con materiales audiovisuales pero "donde dije digo, digo Diego" y aquello de "llamar al pan , pan, y al vino, vino" de lo que tanto se enorgullecía el Sr Rajoy antes de las elecciones, ha pasado a crecerle la nariz como a Pinocho un día si, otro no y el de en medio también.
J3eles y Rafa.
1 comentario:
Hay una cita de Lincoln que siempre me gustó: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".
No puedo ni imaginar cómo tienen que estar ahora mismo los que votaron por el señor (por llamarlo algo) Rajoy y su mágico programa generador de confianza...
Yo, cada vez que escucho a De Guindos decir que algo no va a pasar (como que no nos van a rescatar), me echo a temblar. A ver si un día sale diciendo qué números seguro que no salen en la primi :)
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