Ha vuelto a ocurrir. Lo de los vertidos de fuél en costas españolas es una de las asignaturas pendientes de este Gobierno. No es que no haya aprendido la lección con lo del Prestige, sino que ha vuelto a caer en el mismo error. Ahora le ha tocado a Canarias.
Esta visto que la solución a los problemas con los barcos en situación de siniestralidad no es llevarlos a altamar para hundirlos, ya que una vez hundidos pierden su fuél vertiéndolo desde las profundidades y contaminando el mar, su fauna y el entorno natural, agravándose aun más el problema cuando llega a la linea costera.
A partir de ahí se multiplican los problemas, ya que a los desastres medioambientales se le añaden los desastres económicos para la zona, en este caso los relacionados con el turismo de este bello archipiélago, las Islas Canarias.
Esta región de España depende mucho de la actividad turística, siendo uno de los destinos preferidos de nuestro país para viajeros nacionales y de fuera de nuestras fronteras durante todo el año, por lo que los efectos desastrosos están asegurados, tanto para el medio natural como para la economía de la zona.
Esperemos primero que no haya mas barcos que puedan ser un peligro de desastre ecológico; y segundo, que el Gobierno sepa ya solucionar de una manera mas segura y menos perjudicial un problema de esta índole.Eduardo.
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