"Lo que nos
pasa en España es surrealista, pero en fin, nos podemos esperar ya cualquier
cosa del Gobierno, desde que ponga una fragata al servicio de Repsol hasta que
nos acusen de pirateo o nos aborden como salvajes", se resigna Julio
Barea, responsable de campaña de Greenpeace.
Greenpeace ha destacado que la organización "lleva 40 años
realizando acciones pacíficas" y que "ni en Rusia" se
habían enfrentado a una "violencia similar" por parte de las Fuerzas de
Seguridad. "Primero difundieron que Matilde [activista herida] se golpeó
con las hélices de nuestras zodiac, cuando no tienen hélices, luego que habían
sido ellos los que la habían rescatado, ahora esto... En fin, el vídeo habla
por sí solo", manifiestan desde Greenpeace.
La
acusación de piratería no tiene ninguna relación con la ley y es
inaceptable", asevera Barea. "Según el artículo 101 de la Convención
de las Naciones Unidas sobre el derecho de mar, un pirata es una
persona que comete un acto de violencia o detención de buques privados.
Primero: nuestras protestas son estrictamente no violentas; y segundo:
no estabamos deteniendo el Rowan, porque el Rowan estaba detenido ya. Era
libre de navegar", expone el activista, que califica la acusación de
"patética".
"Tenemos que
asistir al teatro este. Nos acusarán de conspiración, de alta traición... Lo
único que sé es quien han tenido tres heridos hemos sido nosotros, uno de ellos
todavía en el hospital", denuncia.
En cuanto a la
activista que resultó herida al caer al agua desde la lancha de Greenpeace y
golpearse con una hélice, Defensa asegura que es "imposible"
que el golpe proviniese de una de las hélices de las lanchas de la Armada, ya
que éstas se encuentran "protegidas" precisamente
para evitar este tipo de accidentes.
Defensa considera
que las heridas de la joven, que continúa ingresada en el Hospital
Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, debieron producirse por el golpe
de la hélice de la lancha de Greenpeace, si bien la ONG niega este extremo porque
subraya que sus zodiac no tienen hélices externas.
Las disputas sobre
los hechos se extienden a las supuestas advertencias que recibieron las
embarcaciones de Greenpeace antes de ser embestidas. Según han explicado las
mismas fuentes del Ministerio, el buque 'Relámpago' de la Armada, que se
encontraba en la zona con la misión de "garantizar la libertad de
navegación y el acceso a las zonas de prospección petrolífera", emitió
sucesivas advertencias al barco 'Arctic Sunrise' de Greenpeace pidiéndole que abandonara
la zona de seguridad establecida alrededor de la embarcación de Repsol.
Los activistas
explican en este caso que el 'Relámpago' les advirtió por radio la noche del
viernes, cuando el 'Arctic Sunrise' llegó a la zona. Fue, no obstante, durante
la mañana del sábado cuando las zodiac de la organización ecologista se
aproximaron al buque de Repsol con la intención de "colocar unas
pancartas" y fueron interceptados por los soldados.
Queríamos
denunciar una agresión ambiental que el Gobierno está permitiendo. Denunciar el
peligro que está trayendo Repsol a las aguas de las Islas Canarias. No íbamos a
asaltar ni a robar el barco o secuestrar a nadie porque nos habíamos
dejado la pata de palo, el parche y el gancho en el Caribe",
ironiza Julio Barea.
"En mis doce
años en Greenpeace nunca lo he visto, pero es que el capitán —continúa Barea en
declaraciones a Público—, Joel [Stewart] lleva 25 años navegando por
todo el mundo y llevando a cabo todo tipo de acciones y dice que es la
primera vez que se encontraba con una situación de semejante violencia"
.
La redacción del blog.
Extraído del diario Publico.es
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