Ahora que casi está acabando el curso, cuando la mayoría de los estudiantes están echando el resto para sacar sus curso, cuando muchos de ellos se juegan su futuro en esa prueba maratoniana que es la selectividad, es cuando me acuerdo de todos aquellos problemas que se me presentaron con la asignatura de Física y Química y también las Matemáticas. Pero he aquí que desde que veo asiduamente el programa televisivo de "El Hormiguero" es cuando empiezo a palpar y tocar aquellas teorías que me parecían tan abstractas a la hora de ponerme a estudiar, hasta el punto que todo me sonaba a chino. ¿Porque mis profesores no eran capaces de traducirme el chino como lo hace este programa?.
El
binomio ciencia-televisión parece reservado para los programas
divulgativos de las cadenas públicas. Espacios demandados por una
pequeña minoría que suelen pasar muy de puntillas en los registros
de cualquier audímetro. Pero cuando la cosa se adereza con un poco
(o un bastante) de chispa, el resultado cambia de forma notable. No
hay más que echar un vistazo a los locos experimentos que ofrece
desde sus inicios el programa de entrevistas que conduce Pablo Motos,
para darse cuenta de que los espectadores disfrutan cuando ven
ejemplificados de una forma cotidiana los más elementales principios
de la física o la química. Y si estos experimentos usan a
personajes famosos a modo de cobaya humano, los resultados no hacen
sino multiplicar por dos los índices de audiencia.
La
sección científica de El
Hormiguero tiene
desde sus orígenes el sello de Pablo Ibáñez, un personaje que
pocos conocen por este nombre, pero que tiene tras de sí una
auténtica legión de seguidores en las redes sociales bajo el
sobrenombre de 'El hombre de negro'. Fue Flippy, el primer científico
que tuvo en pantalla El
Hormiguero,
quien lo bautizó de esta forma por llevar siempre en su indumentaria
alguna prenda en tono oscuro. En los primeros años del programa, en
su etapa de Cuatro, Pablo Ibáñez coordinaba la sección de ciencia
desde detrás de las cámaras, pero fue un error de cálculo en uno
de los experimentos con famosos, concretamente uno que protagonizaba
Boris Izaguirre, lo que le hizo ponerse junto al protagonista por
primera vez. Desde entonces, es uno de los clásicos del programa.Sus
experimentos son tan espectaculares que incluso universidades de
prestigio como Harvard han usado sus vídeos para explicar algunos
principios, como los fluidos no newtonianos, por el que consiguió
que varios famosos caminaran sobre el agua diluyendo en una piscina
una gran cantidad de maicena.
La redacción del blog
Extraído al 80% del Diario de Sevilla.
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