viernes, 22 de noviembre de 2013

UN PASEO POR LA VÍA VERDE DEL PARQUE NATURAL SIERRA NORTE DE SEVILLA.


Bonito paseo por una de las dehesas del
Parque Natural Sierra Norte
En España existen más de 7.000 kilómetros de líneas férreas que ya no prestan servicio de trenes. Pero lejos de no tener utilidad, en la actualidad se recuperan para el uso y disfrute de caminantes y ciclistas e, incluso, de personas con movilidad reducida. Reciben el nombre de Vías Verdes y ya cuentan con más de 1.500 kilómetros de antiguos trazados ferroviarios, un interesante patrimonio cultural e histórico a conocer. Es el caso de la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla, que discurre, en su mayoría, por el ramal que unía la línea Zafra-Sevilla con las minas del Cerro del Hierro. 

El primer tramo, de unos 4 kilómetros, transcurre por una vía pecuaria en el corazón del Parque Natural. Estos caminos tradicionales, transitados por el ganado en busca de pasto, comunicaban a la vez poblaciones. Aquí ya aparece el compañero de gran parte del viaje: el río Huesna. Al poco tropezamos con el Descansadero de la Rivera del Huesna, un ensanche de la vía donde los animales podían descansar o pasar la noche. La panorámica está dominada por multitud de cortijos en fincas adehesadas, con sus tradicionales cercados de piedra.


El recorrido a través del antiguo trazado ferroviario comienza en la bifurcación de Los Prados. Corría el año 1.895 cuando se inauguró el transporte de mercancías por esta vía. En plena Revolución Industrial, la máquina a vapor modificó decisivamente los negocios, gracias a la facilidad y rapidez con la que transportaba mercancías. El metal de esta mina se conducía, en largos trenes, hasta el Puerto de Sevilla y en barco hasta Glasgow, a los altos hornos de la compañía escocesa que inició la explotación. 

El puente de hierro construido sobre la Rivera del Huesna permite disfrutar de este interesante segundo tramo. El tren debió hacer frente a obstáculos como arroyos o desniveles. Sobre este bello cauce es posible distinguir cómo las plantas se disponen paralelas al río, según la disponibilidad de agua. 

Tras este oasis de frescor, el paisaje se hace más escarpado con algunas vistas increíbles del valle que transcurrimos. Este relieve origina saltos de agua, como el cercano Monumento Natural Cascadas del Huesna. Así lo aprovechó el hombre para la producción de energía eléctrica, cuya antigua central se ve desde nuestro recorrido.
Parte de las famosas cascadas
del río Huesna.


Para solventar este relieve, también se construyó un único túnel de 105 metros. En su techo, aún se ven manchas del hollín de las locomotoras. Además hay que fijarse en la cantidad de construcciones asociadas a la vía del tren: estaciones, viviendas de operarios, almacenes, cocheras, un testimonio inigualable de cómo fue el pasado del lugar. Finalmente, la vía, tras pasar de mano en mano entre distintas compañías europeas y españolas, dejó de usarse en 1.970, cuando la mina perdió definitivamente su rentabilidad.

Las suaves colinas anuncian San Nicolás del Puerto, un pueblo de origen céltico cuyo puente romano merece una parada. Tras el Arroyo del Pozuelo y las extensas dehesas, alcanzamos el Poblado Minero del Cerro del Hierro. Aquí habitaban las familias de mineros, separados de las Casas Coloniales Inglesas para los ingenieros. El recuerdo minero se extiende al impresionante paisaje de agujas y oquedades que dejó la explotación, dentro del modelado kárstico, cuya corta a cielo abierto recorre un sendero. Las últimas construcciones mineras marcan el fin del camino por la Vía Verde de la Sierra Norte.
El famoso túnel de 105 metros.

Bonita vista de las Minas del Cerro de Hierro.

j3eles y Luqca.

2 comentarios:

Blog Unidad Rehabilitación Salud Mental Hospital Macarena dijo...

Gracias por tu aportación. Cuando mejore el tiempo seguro que ponemos en práctica alguna de tus propuestas.

urarocio dijo...

pues nosotros queremos volver. habría que plantearse hacer un bonito grupo