Durante muchos años se han aceptado muchos mitos sobre la alimentación, endiosando unos alimentos y satanizando otros, pese a haber razones físicas y médicas que lo contradicen. Algunos de estos mitos como que dormir mucho engorda más, comer solo piña a diario ayuda a adelgazar o que comer más de tres huevos es malo porque aumenta el colesterol, se han ido aceptando como verdaderos, sin pensar que puedan llegar a ser peligrosos para la salud.
Todos estos mitos sobre la alimentación surgen por lo fácil que le resulta a la población hablar sobre ello, ya que es un acto que todos hacemos a diario, y opinamos aun teniendo una gran desinformación sobre el tema.
En
cuanto a cuál considera el más sorprendente sería que ‘la margarina se inventó
para alimentar a los pavos’, cuando lo cierto es que “no hay nada
más lejos de la realidad”, puesto que se remonta a 1866 cuando
Napoleón III de Francia ofreció una recompensa a cualquiera que
encontrara un untable saludable, económico y fácil de conservar,
destinada a las clases trabajadoras.
La
fruta no fermenta en el estómago, “ningún
alimento fermenta en el estómago salvo que se padezca una
obstrucción intestinal”; las ostras no son afrodisíacas, ya que “no existe demostración científica alguna”, lo que sí
esta comprobado es que aportan vitaminas A y D, calcio, magnesio y,
en menor medida, yodo, potasio y fósforo; cuanto más duerme una
persona, más engorda sin embargo , “aunque es
cierto que al dormir se gasta menos energía, diversos estudios han
demostrado que dormir entre 8 y 10 horas diarias protege contra el
sobrepeso”.
Otra
mentira relacionada con la alimentación muy extendida es aquella que
afirma que comer más de tres huevos es malo, y se
basa en la creencia de que se dispara el colesterol, sin embargo una
persona sana puede comer hasta 7 huevos, mientras que una persona que
tenga exceso de colesterol en la sangre puede comer perfectamente
tres o cuatro huevos a la semana.
Asimismo,
tampoco es cierto que la carne más barata es la que procede de
animales clonados; que la miga del pan engorde más que la
corteza; que comer dulces vuelve hiperactivos a los niños; que los huevos morenos son más nutritivos que los blancos; que hay que elegir alimentos según el grupo sanguíneo; que la miel lo cura todo; que mascar café burla
el alcoholímetro; o que un antojo no satisfecho deja una
marca en el bebé.
La clave es que todo el mundo conozca la importancia se seguir una alimentación variada, equilibrada y moderada, así como tener presente la necesidad de hacer actividad física diaria.
Macarena.
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