miércoles, 14 de agosto de 2013

LULÓPOLIS O EL REINO DE LA CERVEZA ARTESANAL.


Hoy es un buen día, me merezco una cerveza”. Con este mensaje optimista recibe Lupulópolis a aquellos que deciden pasarse por su establecimiento de la céntrica José Gestoso para disfrutar de una rubia artesanal. “Llevábamos tres años y medio en el negocio de la distribución de este tipo de cervezas y queríamos dar un paso más para que tanto nuestros clientes de restaurantes y bares como el ciudadano de a pie tuviese un sitio que supusiera un referente”, explica Aurora Torres, que dirige el establecimiento –abierto el pasado 28 de junio– junto al toledano Santiago Encinas.

De su tierra precisamente proviene Domus, una de las estrellas del local y que les ha servido de base para crear su propia receta, Domus Sevilla. “Está elaborada con malta de trigo y de cebada y los elementos que la hacen especial son el azahar, la naranja y una conjunción de especias donde destaca el clavo”, explican, al tiempo que destacan que es “muy refrescante”. En los últimos años cada vez son más los maestros cerveceros que se dedican a elaborar cervezas de alta fermentación, utilizando únicamente elementos naturales, tal y como detalla Lupulópolis en su carta, donde pueden encontrarse opciones procedentes de Valencia, Madrid, Zamora, Cádiz o Granada, entre otras provincias españolas. Las hay bajas en alcohol, ecológicas, elaboradas con cuatro tipos de maltas diferentes o con camomila, cilantro y cáscara de naranja. “Lo artesanal está viviendo un momento de auge, no solo la cerveza. La gente agudiza el ingenio en tiempos de crisis como el actual”, subraya Santiago, quien recalca que “hasta ahora vivíamos de las recetas de fuera, procedentes de otros países de Europa y de Estados Unidos”.

De hecho, cuando comenzaron con la distribución de cervezas artesanales españolas en Sevilla no había nadie que se dedicara al negocio. En cualquier caso, han conseguido hacerse un hueco y convertirse en referente en la capital hispalense y el área metropolitana, sobre todo en los establecimientos que cuentan con una cocina muy elaborada susceptible de maridaje –su carta puede encontrarse en el Gran Casino, entre otros lugares– y también en los bares “más cañeros”, como el Matakas.

No es la cerveza habitual como la Cruzcampo, se trata de un producto diferente. De hecho, las que vendemos se acercan más a la cultura del vino que a la de la cerveza en sí misma”, añaden. Así, los promotores de Lupulópolis indican que cada cerveza tiene “un proceso de doble fermentación, y la segunda es la que aporta al producto matices diferentes. Las otras cervezas son más planas”.

Aunque llevan poco tiempo con el local abierto, destacan la buena acogida que ha tenido esta novedosa apuesta, a pesar de que el momento del año es el peor para degustar este tipo de cerveza. “Otoño y primavera son las estaciones más favorables para nuestro negocio, aunque estamos sorprendidos de la cantidad de gente que se acerca al establecimiento para degustarlas, y eso que no funcionamos como bar, sino que como mucho podemos ofrecer unos frutos secos”. Tanto a Santiago como a Aurora, que están acompañados en esta aventura por Shiky Polo –diseñador de la cartelería y el grafiti del interior de la tienda– y José Manuel Gómez, se les nota la pasión por su trabajo nada más traspasar la puerta del local. Explican, aconsejan, conversan y dan un trato cercano al que quiera explorar en un universo que llega más allá de las propuestas habituales. “Tenemos muchos planes, pero poco a poco”, reconocen orgullosos.

Desde aquí, que sepáis que apostamos por un consumo responsable de bebidas de este tipo y si las hubiera sin alcohol que sean estas las que disfrutemos principalmente.

La redacción del blog.
Extraído de "El Correo de Andalucía".

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