“Hoy
es un buen día, me merezco una cerveza”.
Con este mensaje optimista recibe Lupulópolis a aquellos que deciden
pasarse por su establecimiento de la céntrica José Gestoso para
disfrutar de una rubia artesanal. “Llevábamos tres años y medio
en el negocio de la distribución de este tipo de cervezas y
queríamos dar un paso más para que tanto nuestros clientes de
restaurantes y bares como el ciudadano de a pie tuviese un sitio que
supusiera un referente”, explica Aurora Torres, que dirige el
establecimiento –abierto el pasado 28 de junio– junto al toledano
Santiago Encinas.
De
su tierra precisamente proviene Domus,
una de las estrellas del local y que les ha servido de base para
crear su propia receta,
Domus Sevilla. “Está elaborada con malta de trigo y de cebada y
los elementos que la hacen especial son el azahar, la naranja y una
conjunción de especias donde destaca el clavo”, explican, al
tiempo que destacan que es “muy refrescante”. En los últimos
años cada
vez son más los maestros cerveceros que se dedican a elaborar
cervezas de alta fermentación,
utilizando únicamente elementos naturales, tal y como detalla
Lupulópolis en su carta, donde pueden encontrarse opciones
procedentes de Valencia, Madrid, Zamora, Cádiz o Granada, entre
otras provincias españolas. Las
hay bajas en alcohol, ecológicas, elaboradas con cuatro tipos de
maltas diferentes o con camomila,
cilantro y cáscara de naranja. “Lo artesanal está viviendo un
momento de auge, no solo la cerveza. La gente agudiza el ingenio en
tiempos de crisis como el actual”, subraya Santiago, quien recalca
que “hasta ahora vivíamos de las recetas de fuera, procedentes de
otros países de Europa y de Estados Unidos”.
De
hecho, cuando comenzaron con la distribución de cervezas artesanales
españolas en Sevilla no había nadie que se dedicara al negocio. En
cualquier caso, han
conseguido hacerse un hueco y convertirse en referente en la capital
hispalense y el área metropolitana,
sobre todo en los establecimientos que cuentan con una cocina muy
elaborada susceptible de maridaje –su carta puede encontrarse en el
Gran Casino, entre otros lugares– y también en los bares “más
cañeros”, como el Matakas.
“No
es la cerveza habitual como la Cruzcampo, se trata de un producto
diferente. De hecho, las
que vendemos se acercan más a la cultura del vino que a la de la
cerveza en sí misma”,
añaden. Así, los promotores de Lupulópolis indican que cada
cerveza tiene “un proceso de doble fermentación, y la segunda es
la que aporta al producto matices diferentes. Las otras cervezas son
más planas”.
Aunque
llevan poco tiempo con el local abierto, destacan la buena acogida
que ha tenido esta novedosa apuesta, a pesar de que el momento del
año es el peor para degustar este tipo de cerveza. “Otoño
y primavera son las estaciones más favorables para nuestro negocio,
aunque estamos sorprendidos de la cantidad de gente que se acerca al
establecimiento para degustarlas, y
eso que no funcionamos como bar, sino que como mucho podemos ofrecer
unos frutos secos”. Tanto a Santiago como a Aurora, que están
acompañados en esta aventura por Shiky Polo –diseñador de la
cartelería y el grafiti del interior de la tienda– y José Manuel
Gómez, se les nota la pasión por su trabajo nada más traspasar la
puerta del local. Explican, aconsejan, conversan y dan un trato
cercano al que quiera explorar en un universo que llega más allá de
las propuestas habituales. “Tenemos muchos planes, pero poco a
poco”, reconocen orgullosos.
Desde aquí, que sepáis que apostamos por un consumo responsable de bebidas de este tipo y si las hubiera sin alcohol que sean estas las que disfrutemos principalmente.
La redacción del blog.
Extraído de "El Correo de Andalucía".
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