Las siestas son para el verano. Bueno, en realidad no: echarse la
siesta es
algo que se puede disfrutar en cualquier época del año.
Pero para muchas personas el verano es la temporada más propicia
para echar una cabezadita después de comer: porque están de
vacaciones, porque su jornada laboral acaba más temprano o
simplemente porque el calor agobiante las convence de que no pueden
hacer otra cosa que tumbarse un rato a descansar.
Si bien persiste el mito de que en España se duerme la siesta más
que en otros países, existen cifras que lo desmienten. Según
el Primer
estudio sobre salud y descanso realizado
por la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico
San Carlos y la Asociación Española de la Cama, solo
el 16,2% de los españoles se echa la
siesta todos los días. El 22% dice hacerlo "a veces y el 3,2%
los fines de semana, mientras que la mayoría (el 58,2%) afirma que
no lo hace nunca
Pues bien, el verano se ofrece como el momento apropiado. Y es que la
ciencia ha investigado el hábito de dormir la siesta y ha encontrado
en él numerosos
beneficios. El ser humano, de hecho, es
una de las pocas especies de mamíferos que duermen en un solo
periodo del día: la mayoría -más del 85%- son durmientes
polifásicos, es decir, alternan momentos de sueño y vigilia durante
todo el día (quienes tengan mascotas sin duda sabrán de qué se
trata). A continuación se ofrece un
decálogo de beneficios de la siesta en esta época del año.
1. Reduce el estrés
2. Compensa la falta de sueño nocturno
3. Reduce la tensión arterial y el riesgo de cardiopatía
4. Potencia la memoria
5. Estimula la creatividad
6. Aumenta la productividad
7. Mejora los reflejos y la sensación de estar más despiertos
8. Pone de buen humor
La redacción del blog.
Extraído de eldiario.es
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