lunes, 28 de diciembre de 2015

ALAN O EL CAMINO PARA ACEPTAR LA DIVERSIDAD.

El pasado día de Navidad nos topamos con otra desagradable noticia. Un chico (Alan) de 17 años se suicidaba superado por el acoso al que se le sometía en su instituto de Sant Cugat. Su "pecado" ser transexual, el gran pecado de los demás es no aceptar la diversidad.

Lamentablemente mucho se está hablando de este caso y muchas son las soluciones que se quieren dar, muchas de ellas pretendemos dejarlas en manos de las instituciones públicas: educativas y sanitarias. Nos olvidamos que la primera piedra la debemos poner en las familias, en nuestras casas, con nuestros padres. Nuestros hogares deben ser los primeros en inculcarnos valores, en llenar nuestras almas de sentido común, en hacernos ver la riqueza que existe en la diversidad,... en hacer sentir que todos somos iguales vengamos de donde vengamos, tengamos el color de piel que tengamos, sintamos como sintamos, tengamos el género que tengamos. 

Mientras las familias dejen estas cuestiones solo en mano de las instituciones públicas iremos por mal camino. El esfuerzo se debe llevar a cabo de abajo (familias) hacia arriba (educación y sanidad) y siempre protegiendo a la diversidad que termine desamparada.

La redacción del blog.

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